EL GRAN CANAL INTEROCEÁNICO ES EL CAMINO A LA TIERRA PROMETIDA
Esbozo sobre la Participación de las Iglesias en el Proceso de Promoción del Proyecto Canalero en Nicaragua
Por: Carlos Aguirre Salinas
El análisis sobre las instituciones eclesiásticas cada día es más interesante, porque los sujetos religiosos han venido asumiendo un involucramiento amplio en la sociedad, desde proyectos locales hasta la participación en espacios estratégicos del Estado y la empresa. Las gestiones locales o nacionales de estas organizaciones apuntan en la mayoría de los casos a proyectos sociales, educacionales, económicos, culturales, políticos y comunitarios.
Hoy las iglesias son instancias oenegizadas y políticas que ocupan un punto importante en la agenda de las instituciones estatales, la empresa y la sociedad civil. La instancia política de la iglesia permite el involucramiento personal de líderes en partidos políticos, la sociedad civil y en instituciones del Estado. La instancia oenegizada de la iglesia tiene como perspectiva el desarrollo de proyectos locales enfocados a la asistencia, la solidaridad y el trabajo comunitario, tales como comedores infantiles, preescolares, colegios de primaria y secundaria, rehabilitación a personales en adicciones, entre otros; lo que les ha permitido hacer alianzas con ONGs nacionales e internacionales, hasta con el mismo Estado[1].
Las iglesias y sus expresiones organizacionales cuentan con reconocimiento de instituciones representativas como la Policía, la alcaldía, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación, porque forman parte de iniciativas locales y distritales que acompañan a sectores vulnerables de la capital, principalmente niños y niñas, adolescentes y jóvenes en situación en riesgo, a través de programas educativos, preventivos y de rehabilitación. El peso que logran a nivel local o nacional les permite actuar como una variada sociedad civil que en momentos en que puntos comunes del cristianismo son amenazados se unen para oponerse ante el Estado y presentar propuestas conjuntas; así mismo en asuntos públicos que demandan una declaración oficial de sus instituciones, sea conjunta o por separado. Era de esperar que para el proyecto canalero las iglesias plantearan su posición en declaraciones y en diálogos con los delegados gubernamentales y los representantes de la empresa constructora (HKND).
1. El discurso religioso del proyecto canalero
El discurso político del actual régimen sandinista ha tomado como estrategia de incidencia social para ganar la simpatía de los sectores religiosos, tanto el liderazgo y la feligresía, el uso de un lenguaje religioso en los documentos estratégico como el Plan Nacional de Desarrollo Humano, como en cada proyecto que se impulsa desde el nivel central y gobiernos locales. Los slogans políticos llevan ese contenido que es retomado de la teología evangélica, principalmente la pentecostal, puede mencionarse el “bendecido, prosperado y en victoria”, otro que responde a la teología de la liberación que dice “gobierno, socialista y solidario”, pero uno que ha respondido a los requerimientos de las mega iglesias por su enfoque de redes familiares es “en fe, familia y comunidad”.
El proyecto del canal interoceánico también tiene un contenido religioso. Lo interesante que el lenguaje religioso del canal retomó el enfoque mesiánico, jugando con símbolos muy significativos por los teólogos de la liberación, como el Éxodo, que expresa liberación de la esclavitud y la marcha hacia la tierra prometida. Laureano Ortega Murillo, hijo del matrimonio presidencial y representante de la agencia de inversiones PRONicaragua, manifestó a líderes de las iglesias en esa misma perspectiva: “Con este proyecto vamos alcanzar la tierra prometida, porque esa es la finalidad de bienestar, de mejoría, de justicia y equidad, de mejoramiento de las condiciones de vida de la población". [2]
Según ese lenguaje, la esperanza del país está en el gran canal, “para alcanzar la tierra prometida”. Esta afirmación usa la terminología de las teologías apocalípticas comunes de las iglesias, donde tierra prometida es el resultado de fidelidad del pueblo para alcanzar la recompensa del Señor. Así mismo, significa la instalación de un nuevo reino, de un nuevo sistema, de una teocracia, donde la justicia, igualdad y la prosperidad están presente. En ese sentido, el proyecto del canal es socializado como parte de ese reino de Dios, como el sueño centenario que mejorará la situación de la nación.
También representantes de las iglesias evangélicas han teologizado el proyecto del canal. El Rev. Omar Duarte, antes directivo nacional de la denominación Iglesias de Dios Misión Internacional, fundado del partido Movimiento de Unidad Cristiana y actual presidente del Ministerio Ríos de Agua Viva, frente a líderes de diferentes grupos protestantes expresó: “Este es un proyecto que tiene más de 100 años de quererse realizar en Nicaragua y para nosotros es una bendición que llegó este tiempo, este es tiempo de Dios y creo que esto va a traer mucha bendición al pueblo de Nicaragua, va a dinamizar la economía, va a cambiar, va haber un antes y un después, porque esto es una necesidad no solo para Nicaragua, sino para el comercio mundial”.[3]
Entre las esperanzas promulgadas en los discursos religiosos es la generación de empleos, en el que los profesionales de las iglesias ven una oportunidad única en este país donde existen pocas alternativas laborales. En ese mismo sentir, el reverendo Miguel Ángel Casco, presidente de la Coordinadora Evangélica que aglutina a 23 denominaciones evangélicas, expresó: “Desde hoy vamos a comenzar a levantar datos y fichas para que los profesionales de nuestras iglesias sean aprovechados en estos puestos”.[4] En ese sentido, toda señal de prosperidad será planteado como bendición para sectores evangélicos. En el caso católico no hay esa tendencia de teologizar el proyecto canalero, sino resaltar el actuar de una pastoral que defiende la ecología y los derechos humanos.
2. Involucramiento de la iglesia en la promoción del proyecto canalero
La participación de las iglesias en la promoción del proyecto canal ha sido evidente, no así las instituciones de la sociedad civil y otros grupos sociales. Eso debido al poder que en los últimos veinte años han tomado estos sectores religiosos, que han sustituido a los opositores del gobierno, porque la voz o la protesta de cualquier ala de la iglesia moviliza masas, algunos ejemplos son las marchas contra el aborto terapéutico, el código de la familia y la educación religiosa en las escuelas, donde prevaleció la posición de las iglesias.
Declaraciones de la Conferencia Episcopal o instancias de la iglesia evangélica han presionado al gobierno a conceder espacios de diálogo para negociar asuntos estratégicos del país. Aunque las manifestaciones eclesiásticas fueron críticas, después de conversatorios con delegados del gobierno y con el mismo presidente Daniel Ortega, estas fueron conciliadoras con las estrategias estatales y hasta promotoras de los diversos proyectos, como el proyecto del canal interoceánico.
El Ingeniero Telémaco Talavera, presidente y vocero de la Comisión del Gran Canal, Talavera, en una sesión con liderazgo religioso ya lo decía: “El papel que juegan los líderes evangélicos en las comunidades es de mucho valor, porque son voceros importantes para llevar la información sobre el Canal y de esa manera la feligresía, conozca el proyecto y los beneficios que traerá para el medio ambiente y para el desarrollo económico”.[5]
Los medios de comunicación, representantes de diversas instituciones civiles, políticas y educativas expresaron los riesgos ecológicos y las afectaciones a las comunidades que viven en la ruta del canal, lo que despertó brotes de protestas en algunos sitios[6]. Eso hizo movilizar a las instancias nacionales y locales de instituciones afines al gobierno[7], donde también participaron las iglesias con rl propósito de prevenir una movilización mayor que frenen las acciones a favor del canal. Se procedió a reuniones, diálogos y asambleas con diversos sectores de las iglesias católica y evangélica para explicar sobre las características ambientales, sociales, económicas, legales y estructurales.
Entre las actividades más representativa fue con 500 líderes de las iglesias evangélicas (25 de noviembre del 2015), donde estuvieron presentes los representantes del proyecto canalero, voceros del gobierno y del FSLN. En ese encuentro se les manifestó a los representantes de las iglesias su contribución a un ambiente de paz y tranquilidad del país, como decía un representante del gobierno: “La iglesias en Nicaragua, sean evangélicas, católicas o de cualquier denominación juegan un papel muy importante en trasferir la verdad de lo que se va a realizar con la construcción de esta obra y es por eso que estamos poniendo en las manos primero de Dios y en las manos de estos líderes, para que ellos puedan ser esa voz cantante entre las comunidades, evitando esa tergiversación que se ha venido haciendo, sobre todo algunas que están en la ruta del canal”.[8]
Otra reunión relevante se realizó el 22 de diciembre del 2015, con la Federación de Iglesias Evangélicas Nicaragüenses (FIENIC), donde participaron 430 pastores de diversas iglesias junto a representante del Gobierno, la Comisión del Canal, la concesionaria china de la obra (HKND) y organizaciones ambientalistas.[9] De la presente reunión surgió una declaración que consideró: “Para la Iglesia Evangélica Nicaragüense, es de suma importancia el fortalecimiento y empoderamiento de la sociedad nicaragüense, mediante el cultivo de valores éticos, principios cristianos, así como esperanzas futuras signadas por la fe y el amor, las cuales sean inspiradas en los principios del Reino de Dios, del bien común entre las personas, las familias, y la hermandad entre todos los miembros de la sociedad nicaragüense. Que, en Nicaragua, la construcción del Gran Canal Interoceánico propuesto por el Gobierno, representa para la nación nicaragüense, aspiraciones de bienestar, progreso, restauración ambiental y desarrollo en sus niveles y calidad de vida, lo cual implica esfuerzos y sacrificios para llevarlo adelante. Todos los sectores de la población están invitados como ciudadanos de la república a presentar sus observaciones y recomendaciones para hacer de este proyecto una alternativa viable para el proceso de transformaciones de nuestro país”.[10]
Durante ese evento los participantes hicieron la siguiente declaración[11] en siete incisos que a continuación se presentan:
1. “Invitar a las iglesias Evangélicas y de otras confesiones religiosas en el país, a los diferentes sectores sociales, económicos, políticos, culturales y gremiales, a los organismos multilaterales internacionales de financiamiento, a los amigos y hermanos nicaragüenses en el exterior, a apoyar, sumarse y respaldar, la construcción de este significativo proyecto para el país como es el Gran Canal Interoceánico, que contribuirá al desarrollo social, ambiental y económico para todos en general”.
2. “Instar, al gobierno de la República de Nicaragua, a que haga todos los esfuerzos que sean necesarios y posibles para que los nicaragüenses, sin distingo alguno, sumemos voluntades como hermanos, y hacer posible este proyecto que tanto necesita Nicaragua como es la construcción del Gran Canal Interoceánico”.
3. “Solicitarle, al Pueblo Nicaragüense, su voto de confianza en las gestiones y acciones que el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional está impulsando para que la construcción de este Proyecto sea viable, posible y beneficioso para los intereses y el bienestar de la nación”.
4. “Hacer un llamado al Consorcio HKND, para que de conformidad a estudios científicos socio-culturales, ambientales, técnicos y económicos debidamente sustentados, debatidos y aprobados por las correspondientes instancias del Estado Nacional, realice la construcción de esta obra con calidad estratégica, y que brinde la seguridad socio-económica y ambiental posible para los intereses de la inmensa mayoría de nicaragüenses que ven centrada en este proyecto, sus aspiraciones de vida y bienestar para sus hijos e hijas y las generaciones venideras”.
5. “Garantizar en lo posible las compensaciones socio-económicas justas a las familias vinculantes al territorio en que se proyecta la construcción del Gran Canal Interoceánico, así como la protección de la biodiversidad del Gran Lago de Nicaragua”.
6. “Recomendamos con alta prioridad el empleo de la mano de obra obrera, calificada y profesional de nuestro país, así como de empresas del sector privado y público, lo que coadyuvará al crecimiento del empleo formal en nuestra economía”.
7. “Invitar, a todas las Iglesias Evangélicas, y de otras confesiones religiosas, a mantenernos juntos, en ayuno y oración constante al Señor Jesucristo, para que en esta Pascua de Navidad celebremos en comunión el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, y para que los proyectos estratégicos, sean una bendición hecha realidad para el desarrollo sostenible de nuestro país, y de toda la nación nicaragüense. “Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, El Pueblo que él escogió como heredad para sí…” Salmos 33:12”.
La voz de sectores evangélicos es favorable al proyecto del canal, por el otro lado, la iglesia católica es la primera en dialogar, haciendo el llamado a escuchar al pueblo, tener en cuenta las consideraciones de los científicos y apostar por el cuido ambiental. En sus iniciativas no hace alguna oposición, aún durante las marchas anti-canaleras decidió no participar.[12] Representantes de la Conferencia Episcopal de Nicaragua un año antes (09/12/2014) se habían reunido, participando el cardenal Leopoldo Brenes, monseñor Silvio Báez, monseñor René Sándigo, monseñor Rolando Álvarez y monseñor Jorge Solórzano, secretario general del Episcopado, junto con el vocero de la Comisión del Gran Canal, Telémaco Talavera, quien estuvo acompañado por el asesor de políticas públicas del Gobierno, Paul Oquist y el diputado del partido gobernante Frente Sandinista (FSLN), Edwin Castro. [13]
Se estima que unas 30.000 personas en la zona donde se construirá el canal será afectas sus propiedades. Ante tal realidad la Conferencia Episcopal de Nicaragua se pronunció diciendo: "Nos preocupa el pueblo, los campesinos pobres y los medianos productores de la zona afectada por este proyecto, quienes viven con zozobra e incertidumbre de cara al futuro".[14] También consideró: "Este proyecto sería un bien para el país sólo a condición de que se hagan serios y profundos estudios científicos que aseguren la factibilidad de la obra a nivel ecológico y económico, que se actúe con la debida transparencia y legalidad".[15]
Los pronunciamientos de la Conferencia Episcopal durante el lanzamiento del proyecto canalero (junio 2013) tomaron una posición crítica principalmente en los aspectos ecológicos y de justicia social, pero los diálogos con los funcionarios del gobierno y ejecutores del proyecto incidieron para que las declaraciones tomaran perspectivas positivas.
Debe resaltarse que la participación de un sector del liderazgo evangélico se ha limitado a pronunciarse para que sus instalaciones no desaparezcan de los territorios, en sus expresiones es mínima la preocupación por el problema ambiental. Es por ello que el Ing. Talavera refería lo siguiente: “Aquí nuestro gobierno, la Comisión del Gran Canal y el grupo HKND tenemos un compromiso, no solamente con el aspecto económico, sino también con el respeto a los aspectos de fe, de creencias, por tanto, no es que se van a perder esas iglesias, sino más bien se van a restaurar y van a quedar más bien en mejores condiciones, las iglesias católicas, las iglesias evangélicas, así como las escuelas, los centros de salud, etc.”[16]
En el 2016 el tema del canal ocupó un abordaje secundario en los medios estatales y privados, incluso las iglesias tampoco lo mencionaron. Sin embargo, los sectores eclesiásticos siguen en diálogo con el Estado y las empresas, añorando este sueño canalero, promoviendo la profesionalización de sus feligreses, el aprendizaje de idiomas como el inglés y el mandarín, la ocupación en puestos en instituciones estatales y privadas, el desarrollo económico de las familias a través de proyectos de emprendimiento empresarial, como una forma de ir preparándose cuando esté en función el mega proyecto, que según su visión alimentada por la teología del dominio, hará de Nicaragua la “Tierra Prometida”, no sólo de este país, sino el mundo entero que está dividido pos dos grandes mares, el Pacífico y el Atlántico, pero con el canal las puertas se abrirán para la prosperidad de sus habitantes y las naciones.
Puede concluirse que la participación de los sectores religiosos ha sido activa, en ningún momento han estado ausentes, católicos y evangélicos han manifestado sus posiciones ante el gobierno y los ejecutores del proyecto. La actitud ha sido conciliadora y propositiva, muchas veces sin hacer críticas a problemáticas estructurales. El ambiente socio-político favorece a las instituciones religiosas, las instancias estatales incluyen proyectos que involucran a las iglesias, es por ello, buscan espacios en el proyecto del canal, considerado bendición de Dios para la nación, como lo afirmó un pastor pentecostal: “Estamos orando para que todo lo que se haga sea de bendición para el pueblo de Nicaragua, para todos los pueblos.”[17]
Notas
[1] De 1990 al 2007 el Ministerio de Gobernación inscribió 643 iglesias e instituciones evangélicas, es notable la presencia de instituciones evangélicas dedicadas al trabajo social. De las 643 instituciones evangélicas inscritas hasta el 2007 en el MINGOB, 80 de ellas se presentan como organizaciones sociales, con proyectos comunitarios, atención a la familia, acompañamiento a la niñez, la adolescencia, juventud y las mujeres, programas de derechos humanos, desarrollo económico e iniciativas de rehabilitación a personas en riesgos y con adicción a licor y droga. En ese mismo período fueron inscritas 123 instituciones católicas, con fines netamente religiosos y acciones de caridad; así mismo unas 172 organizaciones cristianas de servicios sociales, educativos y comunitarios. Cfr. Carlos Aguirre Salinas (2014: 2): Instituciones Evangélicas con Programas Sociales Enfocados en la Niñez de Nicaragua.
[2] Pedro Ortega (2015): “Comisión del Gran Canal Interoceánico realiza conversatorio con comunidad evangélica”, In: https://www.el19digital.com/articulos/ver/titulo:36193-comision-del-gran-canal-interoceanico-realiza-conversatorio-con-comunidad-evangelica
[3] Pedro Ortega, Op.Cit.
[4] Iglesia evangélica interesada en construcción del Canal Interoceánico, In: https://www.google.com.ni/?gws_rd=cr&ei=Lq6VWM6UCsjNmwG50aeYDw#q=iglesias+y+canal+interoceanico+en+nicaragua
[5] Pedro Ortega, Op.Cit.
[6] Entre los líderes de oposición al proyecto al proyecto del canal interoceánico está Octavio Ortega, quien se presenta como coordinador de Consejo Nacional en Defensa de la Tierra, el Lago y la Soberanía Nacional, una organización a nivel nacional recibe financiamiento de Holanda. Su organización es parte de la coalición Grupo Cocibolca, cuyos miembros tienen como común denominador ser opositores a lo que será el sitio de construcción más grande del mundo, un canal desde el Atlántico hasta el Océano Pacifico con una longitud total de 278 kilómetros. Cfr. http://site.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=87790
[7] La actividad masiva a favor del proyecto del canal es Manifestación el 27 de octubre "Por Trabajo y Paz”, en apoyo a la construcción del Canal. La manifestación fue organizada por la Juventud Sandinista y movilizó a 20.000 personas. Al mismo tiempo, la oposición organizo una manifestación que movilizo a unas 2.000 personas contra el Canal. Cfr. http://site.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=87790
[8] Pedro Ortega, Ibid.
[9] http://www.informepastran.com/index.php/2015/12/22/evangelicos-respaldan-proyecto-canalero/
[12] http://www.informepastran.com/index.php/2015/10/19/iglesia-no-participara-en-marcha-anti-canal/
[13] Leonor Álvarez y Emiliano Chamorro, Iglesia y Gobierno se reúnen para discutir sobre megaproyecto, In: http://www.laprensa.com.ni/2014/12/09/nacionales/1438301-presentan-proyecto-del-canal-interoceanico-a-la-conferencia-episcopal
[15] Idid. Ver también: Jaime Septién, Nicaragua: La Iglesia, del lado de los campesinos en el conflicto del Canal. Arranca el año en Nicaragua con más polémica por el Canal Interoceánico; la Iglesia exige a Ortega definición de la ruta, In: http://es.aleteia.org/2015/01/13/nicaragua-la-iglesia-del-lado-de-los-campesinos-en-el-conflicto-del-canal/. Tambièn: Ernesto García, Obispos: Canal debe ser con visión de nación, In: http://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/354844-obispos-canal-debe-ser-vision-nacion/
[16] Pedro Ortega, Ibid.